sábado, 2 de agosto de 2014

Para mi querido "¿Señor Grey?"

Soy una mujer de palabra, y por ello voy a hacer lo que se me requirió.
Mi amigo Dani, firme admirador de la trilogía de Cincuenta Sombras de Grey, me preguntó un día si había tenido ocasión de leer las tres novelas. Mi respuesta consistió en una negativa, y en la declaración firme de que no pretendía leerlas. Tenía entendido (y con acierto) que la base fundamental y reiterada de la obra era una detallada relación sexual entre dos personas, y el argumento no me seducía en absoluto. (Perdón por el juego de palabras). Él compartió conmigo un punto de vista diferente, y me pidió que me leyera tan solo el primer libro y luego escribiera mi opinión, de forma sincera.
Bien, amigo, aquí va:
Ciertamente, es una novela simple y fácil de leer. He encontrado multitud de parecidos en cuanto a las actitudes de los personajes con otros libros (como la saga Crepúsculo, ls obra principal de Stephenie Meyer), y cito a la chica torpe y poco consciente de su propia belleza, de madre soñadora y divorciada del padre retraído, amante de la literatura clásica y obviamente responsable, enamorada de un hombre sensual de aspecto y actitudes perligrosas con un pasado difícil. Por supuesto, hay muchos más puntos, pero eso no es el caso.
La historia gira únicamente, de forma predecible, en torno a la complicada relación de la chica torpe con el millonario sexy. La prosa no es delicada, las descripciones son agradables hasta cierto punto, por poner un ejemplo, la relación sexual no resulta obscena en ningún momento, no de forma verbal. Sin embargo, encontraría mucho más a mi gusto la obra si pudiera hacerme una idea de los entornos en los que se desarrollan las cosas, de las expresiones de los personajes. Podría interpretarlo mejor. Pero bueno.
El libro tiene la capacidad de emocionar. Es algo frío y a la vez tiene su punto tierno. En algunos momentos ñoños, casi se derrite una servidora, y en otros momentos ha faltado poco para plantarme en tu casa y pedirte que me arrancaras la ropa, con un látigo a ser posible (Bromeo, claro, pero sabes qué es lo que quiero decir). Aunque me avergüenzo un poco habiendo llorado con el final del primer libro. Bueno... Llorar es un eufemismo.
Sabes que eso me gusta.
Y, también, creo que no es solo sexo. Hay conflictos, hay que abrir la propia mente, horrorizarse a veces, forzar los límites de los propios prejuicios, del amor, aceptar el placer, el propio cuerpo, en parte siento que el libro llama a una eliminación de los tabúes más tontos del ser humano, ¿cómo vamos a perpetuar la especie sin relaciones carnales? ¿Qué hay de malo en el mutuo placer, incluso si el objetivo no es seguir poblando el planeta? Aunque ese tema debería ser discutido en otra ocasión, son algunas de las preguntas que me ha suscitado la actitud comprensiblemente dubitativa de Anastasia Steele.
Sea como fuere, llevo más de 800 páginas leídas en apenas 48h. De forma voluntaria y ávida, he comenzado con el segundo libro, a sabiendas de que no estaba obligada a ello.
Tenías razón en nuestro parecido con Anastasia y Christian, eso me gusta. Quizá adopte oficialmente el mote de Steele y comience a hablarte de usted, así nos reímos un poco. (Siempre y cuando JAMÁS me llames "nena")
Tú has sido casi tantas primeras veces para mí como Ana y Christian el uno para el otro, y lo sabes.
No estoy segura aún de que me guste realmente el libro, demasiados aspectos a considerar. Pero puedo decirte que me ha sorprendido, tengo mucho en qué pensar... Y ya sabes que adoro eso.
Sintiendo no poder esclarecer de otra forma mi opinión,
"¿Chica Steele?".

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