sábado, 19 de diciembre de 2020

¿Y qué pasó después?

     Pasó que tuve más recuerdos preciosos a los que llorarles.

Pasó que mi resolución se esfumaba por la ventana, derretida bajo la calidez de su abrazo. Enésima vez que no lidio bien con un problema porque me siento demasiado bien en sus brazos: la venda en los ojos. ¿Qué he hecho, sino dificultarlo todo, con el cosquilleo que resurge entre mis entrañas?

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