Más cosas no, por favor. Ya no puedo más.
Es estúpido decir esto, pero ya no puedo más. Y por supuesto que sí puedo, pero yo siento que me estoy desmoronando, podré, pero no sé qué coste tiene eso. Es como intentar caminar con sacos de piedras atados en los tobillos; un paso cada vez, despacio, pero cada vez duele más. Vida, destino, Dios, lo que sea... Alguien, por favor, alguien que me de un respiro.
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