Tenías razón, como siempre, porque me conoces bien.
Pero que estas cosas me pongan triste no quiere decir que no tengas que hacerlo.
Es necesario, y para eso estoy ahí.
Pero el problema es que, aunque lo sabes, no lo comprendes.
No entiendes cómo te considero. La manera en que te quiero.
Eres tan bueno que jamás debería pasarte nada malo. De entre todas las personas del mundo, a ti no.
Engaña tanto tu fachada de persona grande y fuerte... Pero de todas maneras, ¿a quién le importa? ¿quién va a evitar las cosas de ocurre?
¿Quién te protege? si de todas formas, tampoco te dejas.
Pero que no lo digas no quiere decir que haya desaparecido. Es una realidad, una realidad cruel.
Y sí, simplemente estoy triste, pero déjame. Yo puedo vivir con ello. Puedo vivir bien.
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