domingo, 14 de septiembre de 2014

Subconscious.

Es una idea abstracta, como suele suceder en los sueños. Sus cuerpos rígidos y azules parecen de cera, o de plástico. Supongo que eso es porque nunca he visto un cadáver. Los mismos ojos castaños y negros de mi padre y mi madre, que ayer brillaban con alegría y amor, me contemplan ahora sin brillo, desde la fría imparcialidad de la muerte.

¡Ah!
Me escucho a mí misma respirar agitadamente, desesperada por encontrar oxígeno en el aire. Pronto mis jadeos aterrorizados se transforman en sollozos, y nuevas lágrimas sustituyen a las que surgieron durante mi pesadilla y manan en todas direcciones, por mis mejillas y mis sienes, huyendo hacia mi cabello.
Rápidamente me incorporo. Me tiembla el cuerpo entero, y no sé muy bien si es por el sudor frío que empapa mi cuerpo o por los efectos de la pesadilla. Silencioso y discreto, una leve molestia se desliza por mi cráneo para convertirse en un enorme, pulsante y persistente Dolor de Cabeza, en mayúsculas.
Me dejo caer contra la almohada, húmeda de sudor y lágrimas. Si al menos mi subconsciente dejase de soñar con mis padres muertos, podría dejar de darle vueltas al hecho de que, efectivamente, un día no estarán. Y mi mundo no se caerá a pedazos, como parece ahora, sino que sobreviviré. De alguna manera.

jueves, 11 de septiembre de 2014

That new light.

Creo que me gusta esta nueva luz que ilumina el día.
Blanca, luminosa, dolorosa en su brillante resplandor.
Luz impersonal, luz fría,
como el aire, un calor que se arremolina, débil.
Que lucha, nada, baila con las corrientes más frías,
con ese cielo que es enteramente blanco,
que duele en mis ojos.

Pero me gusta solo porque es nuevo, lo sé.
Me gusta porque no es un dorado hálito,
un suave resplandor que se posa sobre los objetos,
que los hace brillar, cambia sus colores.

Luego, el blanco se endurecerá, con su propia forma,
y el acero sustituirá a la dulce inocencia del verano.
Y será demasiado tarde para admitir que, en realidad, casi me hace sentir triste.
Casi...

domingo, 7 de septiembre de 2014

Dirty liar.

Y esta pequeña y sucia mentirosa vuelve.
No es él, sino tú
De quién quería oírlo
A quién quería besar.
Es "a ti" lo que quise oír
Lo que quiero que quieras para ser feliz
A mí
Yo contigo.
Hacemos un equipo perfecto
¿Para qué nadie más?
Me dijiste una vez...
Pero hay alguien para ti
Hay alguien para mí
Alguien a quien no estoy segura de querer
Alguien que no pienso que quieras realmente.
Y así es esta mierda
Y me gusta escribir así,
En un amago de verso inconcluso
Entrecortado
Como los sollozos secos de un llanto angustiado...

viernes, 5 de septiembre de 2014

Come there

En realidad todo empezó con eso y ya está.
«Ven aquí.»
Y me rodeó con sus brazos.
Sus rizos me hacían cosquillas en la cara, y sonreí.
Él besaba mi frente, bajando por mi nariz,
Y luego ahí estaba, mirándome, a un centímetro de mis labios...
Ni él se lanzó ni yo me lancé. El instante fue eterno, sostenido, perfecto, y en perfecta sincronía nos acercamos al otro.
Y sus labios eran suaves y cálidos, sus dientes me reclamaban, mi lengua le buscaba sin mi permiso, mientras mi corazón galopaba en todos los lugares donde podía sentirlo.
El instante se sostuvo, en nuestros labios, en sus brazos, en mi cumpleaños, en la languidez, de puntillas, sus ojos castaños buscando mi mirada azabache, y se sostendrá mientras mire mis labios rojos como me hs mirado hoy...
Curr-Curr, me encantas.

¡Oh, mírame!

¡Oh, mírame! Estoy tomando un café con mi libreta de escritor realizado e ilustre en un lugar posiblemente agradable/paradisíaco/fuera del alcance de cualquiera que no sea un escritor realizado e ilustre.
¡Oh, mírame! Alguien me dijo que no podía hacer algo y lo hice, pero espera, ¡sorpresa! no necesitas que alguien te diga que no puedes para lograr algo. Para mí, al menos, tiene mucho más mérito si aquello en lo que has puesto tu cariño y tu esfuerzo durante tanto tiempo es una meta, una meta más larga, un sueño, como el mío. Es lo mismo que se viene repitiendo desde siempre en mi vida, es ver a personas que empiezan a hacer algo con desgana, por probar, por algo. Es ver que nadie reconoce el esfuerzo de las personas que se han venido esforzando desde siempre en las cosas que más les apasionan, pero no, ellos deben seguir intentándolo con más ahínco para mejorar, es casi... una costumbre.
Pero en realidad esa impresión es realmente molesta. Mientras los demás realmente lo intentamos, tú te sientas en tu playita o en tu piscinita, te haces el historiador culto recordando fechas que no le importan a nadie y encima tienes la desfachatez de atreverte a faltar el respeto con tus mofas a aquellos que humildemente (o no, como una servidora) plantean su opinión, como lo que estoy haciendo ahora.
Por supuesto y una vez más, una humilde servidora se guarda su opinión (porque no concierne a nadie más que a mí y a mi cruel voz mental) y, desahogada de mi rabia, he tomado la resolución de vestirme y marcharme con mis amigos, que ya llevo casi diez horas en casa y eso no debe ser sano.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Promises to myself.

"I'm not gonna be fourteen and still fat.
I'm not gonna be fifteen and still fat.
I'm not gonna be sixteen ans still fat."
Now, I'm not gonna be seventeen and still stupid.
Happy birthday, Cris.

Oh, no!

My sweet-dream-beach holidays are over, and with them all the positivism and happiness around me. Only three days left until my birthday and all the teen feelings hidden inside me hit my brain with new strength.
First, there is all these crazy boys stuff. Do I really have to choose one of them? Why, Esse? It is too difficult to have one. One, kind and blonde and sweet. The other one, dark and misterious and sexy.
And no one of them is who I want them to be...
Then there is my weight again. How the hell can it stay so static? Im so horrible, I hate myself, I HATE MYS...
Ok, stop, ladie. There's NO MORE FUCKING DRAMA ON THIS. I'm wonderful, and smart, and people love me so I love me too!
Simple. Boh.