Besos que saben a hogar sin serlo, y murmuras que soy muy pequeña, y tus abrazos me dan ganas de llorar.
Estoy al límite, pero tú me curas, como siempre. Porque eso es lo que nosotros hacemos; ese es el por qué no puedo dejar de preocuparme por ti.
Hoy y siempre, estemos donde estemos.
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