Noches frías como estas me recuerdan a ti. ¿Cuántas horas permanecimos despiertos, contándonos cómo era la vida? Y la cuestión es que hace mucho que decidí no recordarte. Pero ahí estás, rondando siempre en mi cabeza con los detalles más tontos. Con la primavera del color de tus ojos. Con la música. Con los jóvenes saltando sobre los muros de la ciudad.
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