No lo sé. Quiero creer que no. Mi personalidad tiene más que
ver con quién soy y cómo me he criado
que con mi cromosoma sexual. Me imagino perfectamente como hombre, leyendo un
libro en el sofá de mi casa, y de igual modo podría no gustarme el fútbol
porque no me gusta siendo mujer.
No considero que tenga
gustos y costumbres exclusivamente femeninos, aunque sí hay rasgos de mi
carácter que se identifican habitualmente con las mujeres. Por ejemplo, soy muy
llorona. No me refiero a las cosas serias y personales, eso tiene más relación con la
condición humana (todos sentimos el dolor por igual), pero sí me emociono con series,
películas o libros. Puedo llorar de emoción, de culpa o de rabia...
También soy una romántica incurable, aunque siento un raro
fetiche por los romances defectuosos o imposibles, como el de Catherine
Earnshaw y Heathcliff en Wuthering Heights.
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