Can you see the love in mine?
Silent Scream
For whatever tomorrow brings.
miércoles, 6 de noviembre de 2024
recuerdos que envenenan
Se me ocurre que hace un día precioso para ir a la playa los tres. Luminoso y cálido. Deva lo habría pasando genial corriendo por la arena, persiguiendo gaviotas y buscando palos. Tú y yo habríamos sido felices con un montaito, una cerveza y un tinto de verano. Con sol y haciendo el amor.
lunes, 4 de noviembre de 2024
me envenena tu amor
Parece que puedas oír mi llanto ahogado contra la almohada.
Y ahora, ¿Qué hago yo con este amor? ¿Con esta rabia? ¿Con mis anhelos? ¿Con echarte de menos? ¿Con nosotros? ¿Con mis ilusiones? Sin ganas ni fuerzas, ¿cómo me levanto yo, cómo me reconstruyo?
Solo hay nego y denso y ácido odio dentro de mí. Palabras hirientes a borbotones en mi boca.
Me consume tanto.
Me mata por dentro, como veneno.
Postcard
Pensaba que no había cotas de sufrimiento más altas, pero él ha demostrado una vez más superarse a sí mismo haciendo daño. Desde luego, si sobrevivo a esto, sobreviviré a cualquier cosa.
En las últimas horas, su apisonadora emocional me ha granjeado el desprecio de mi familia, una linda postal de una familia feliz que no era ni tan unida ni tan alegre, la humillación de llorar en el trabajo, una noche más de insomnio y llanto y una ristra de arañazos sangrientos en el antebrazo.
Cristina, entérate de una vez. Esto es él: ansiedad, sufrimiento y miedo.
viernes, 1 de noviembre de 2024
jueves, 31 de octubre de 2024
Nagori
Mañana es un día aterrador. Tanto si estoy aquí para ver cómo vacía mi vida de su presencia como si me marcho y vuelvo para hallar soledad, silencio y huecos en blanco, mañana será otro golpe más en esta gigantesca ola de lágrimas.
Mi armario sin su ropa.
Cajones vacíos.
Toda remota posibilidad de volver, de gritar que todo esto ha sido un error, borrada.
¿Como si nada de esto hubiera ocurrido?
Te juro que no me cabe más dolor en el pecho, más ganas de abrazarte y besarte y dormir a tu lado. No me cabe más desazón ni más miedo ni más enfado ni más frustración que la de anhelar el calor de tu mano más cerquita de mi piel.
Me rompo.
Me rompo.
Me rompo.
¿Cuándo se va a acabar?
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