El 18 de octubre de 2024, por vez última.
En medio hubo muchas noches de insomnio estudiando y trabajando.
Mañanas, tardes y findes de alisado, de lijado, de pintura, de decoración, de planes, de reformas.
Luces y atardeceres de candilazos.
Muchísimos cafés, algún kebab, comida casera, tartas y pan. Hubo barbacoas y comidas familiares también.
Hubo maullidos, ladridos, patitas, carreras y pipís; y también llantos de bebé, y los silbidos de mi cuñado, y cantos de chirigotas.
Hubo silencios cargados de cosas por decir, y secretos, y mentiras. Hubo mucha desconfianza, hubo llantos, gritos y ataques de ansiedad.
También reconciliaciones, besos, sexo, duchas abrazados y bailes en la cocina.
Tardes de chuches y series, muchas pelis, victorias épicas al Just Dance y al Guitar Hero, y algún otro juego más.
Ahora no habrá más de muchas de esas cosas, y sí de otras nuevas. Me asusta el cambio, anhelo lo que he perdido, pero, ¿Estaría dispuesta a seguir hundiéndome por ello?
Todo evoluciona y habrá siempre cosas nuevas que te llevarán a otras experiencias
ResponderEliminar