miércoles, 30 de octubre de 2024

now only dark remains

El 30 de enero de 2022 dormimos juntos en casa por vez primera. Nos quedamos cuajaos, exhaustos tras un duro día de mudanza, lo recuerdo bien.
El 18 de octubre de 2024, por vez última.

En medio hubo muchas noches de insomnio estudiando y trabajando.
Mañanas, tardes y findes de alisado, de lijado, de pintura, de decoración, de planes, de reformas.
Luces y atardeceres de candilazos.
Muchísimos cafés, algún kebab, comida casera, tartas y pan. Hubo barbacoas y comidas familiares también.
Hubo maullidos, ladridos, patitas, carreras y pipís; y también llantos de bebé, y los silbidos de mi cuñado, y cantos de chirigotas.
Hubo silencios cargados de cosas por decir, y secretos, y mentiras. Hubo mucha desconfianza, hubo llantos, gritos y ataques de ansiedad.
También reconciliaciones, besos, sexo, duchas abrazados y bailes en la cocina. 
Tardes de chuches y series, muchas pelis, victorias épicas al Just Dance y al Guitar Hero, y algún otro juego más.

Ahora no habrá más de muchas de esas cosas, y sí de otras nuevas. Me asusta el cambio, anhelo lo que he perdido, pero, ¿Estaría dispuesta a seguir hundiéndome por ello?

1 comentario:

  1. Todo evoluciona y habrá siempre cosas nuevas que te llevarán a otras experiencias

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