Y empezó a llover. Me vi sola en el salón, la casa organizada y limpia. El viento silbando profusamente fuera del edificio.
Un raro día libre.
Sin él. Sin plan. Sin abrazo. Sin mimos entre las sábanas limpias. Sin maratón de Love is Blind. Sin acompañarnos mientras hacemos cualquier otra cosa.
Siempre estaré ahí si lo necesitas
ResponderEliminarSiempre estaré ahí, siempre