No me molesta el hecho de que me encuentres atractiva, de hecho, hasta podría sentirme halagada en ese sentido. ¿A quién podría molestarle que le dijeran que sale guapa en una foto? Pero no, no me siento así, porque el contexto no ha sido ese, en absoluto.
No, lo que yo quiero es dejar de ser un objeto de satisfacción sexual, bien vía imagen o bien porque te corras en mi cuerpo. Sé que eres un gran amante, pero yo solo pienso en ti como en mi imaginativo, divertido e inteligente amigo, ¿por qué tú no puedes hacer lo mismo conmigo? ¿es que no valgo la pena como amiga? ¿tan poca personalidad tengo? ¿no podemos recordar lo bien que lo pasábamos hablando hasta las tantas, en Skype o paseando por Sevilla de madrugada? Supongo que eso fue una forma de matar el tiempo para ti. Me haces sentir que soy solo atributos que te gustan, soy solo rizos, tinte rubio y piel blanca pálida y pecho y culo grandes. Soy eso, y es muy triste, porque tenerte a mi lado es tan volátil y voluble como la forma de mi cuerpo. ¿No puedes dejar el pasado en su sitio? Desde el principio no he sido más para ti que tu suplente sexual, incluso mientras salías con alguien a quien decías amar.
No te importaron ni sus sentimientos ni los míos.
E incluso hoy, después de años de amistad, todo se reduce a que quieres una foto mía para pajearte, y solo por eso me hablas. Ah, bueno, y para tomar algo. ¿Es una excusa? Me encuentro desconfiando de ti, de tus intenciones o de que quieras verme siquiera. Yo no valgo nada, tú solo quieres lo que quieres de mí...
Como todos los demás. Pero yo solita me lo he buscado por darle alas a este sinsentido durante años.
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