Mi nombre, escrito con una grafía extraña, salta en mi campo de visión casi sin querer. No lo he mirado, lo prometo, pero lo recuerdo muy claramente. Me pregunto cómo tantas expectativas se hundieron tan deprisa, al igual que esa letra desigual, tambaleante e ilegible, la letra de un niño...
Me trae tantos recuerdos... la primera vez que lo vi fue por casualidad. Habíamos perdido el contacto hacía mucho, pero supe de inmediato que era para mí, como también creía saber que lo nuestro era imposible y no iba a pasar nunca más. No muchos meses más tarde, lo recordé por casualidad y se lo pregunté al presunto autor, en nuestro nudo de brazos y piernas. No éramos ya tan niños, o eso pensaba yo...
Ahora, cada vez que estoy cerca, miro hacia el suelo..., pero las letras, gastadas y negras, se cuelan en mi visión periférica y casi resplandecen. Entonces pienso en besos, escondidas, encuentros fortuitos y aparcamientos. Pienso en su cama de muelles vencidos, en su cuerpo largo y huesudo, y sus labios suaves. Él era la chispa que me hacía perder el control, y solo recuerdo el fuego que era, todo su calor entrando en contacto conmigo y explotando, como un incendio infinito que terminó por consumirnos a los dos.
I am your biggest fan,
I'll follow you until you love me,
Promise I'll be kind,
but I won't stop until that bo(d)y is mine.
Baby, I'll chase you down until you love me"
No hay comentarios:
Publicar un comentario