Una y cincuenta y un minutos de la madrugada.
Siento el cuerpo tan pesado que parece que hay algo malo en él. Hoy han pasado muchas cosas, sí, muchas cosas buenas, raras y difíciles. Pero eso es cosa de cada día.
Ese brownnie de chocolate con nueces, recubierto de chocolate blanco aún pesa en mi estómago. ¿Cómo puedo comer tanto? Aunque lo cierto es que soy quien menos ha comido y más ha dejado.
A pesar de todo, he cenado una de esas manzanas verdes que están entre el dulce y el ácido que te hace la boca agua. Y sí, aunque parezca imposible, tengo hambre.
Es curioso que nunca coma tanto como hoy y mi barriguita se resigne a un indignado mutismo. Y hoy, que como más de lo normal, el hambre batalla contra mi escasa resolución.
Por tanto, me voy a dormir antes de que venza.
viernes, 21 de marzo de 2014
Then, Now, hunger.
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