Tú me das todas esas excusas...
Tu frío "adiós" se sentía diferente a los demás
¡Pero yo no puedo dejarte ir!
Porque te amo.
Me dijiste muchos "te quiero", pero ahora,
¿por qué me estás diciendo adiós?
Por favor, no te vayas, no te vayas.
Por favor, no me digas adiós
¿Puedes, por favor, mirarme de nuevo una sola vez?
Por favor, no te vayas, no te vayas, no me gustan las despedidas tristes.
Porque te amo, vuelve a mí.
Paso a paso,
uno, dos, tres.
El tiempo, largo tiempo, te borrará.
Sin embargo, cada día será como una tortura.
Será una tortura, para mí.
No digas no, no, no.
No evites mis ojos.
Paso a paso, ¿por qué intentas irte más y más lejos de mí?
No digas no, no, no,
No me gusta ese tipo de mirada.
Te lo suplico, así, con lágrimas.