martes, 1 de octubre de 2013

Filosfando.

"Ventajas de ser un marginado" es el título del último libro que he leído. Trata sobre un muchacho de quince años, Charlie, que escribe sobr su vida en forma de cartas anónimas. Podemos ver cómo Charlie cambia a lo largo del libro, hace amigos, coienza a fumar, se enamora, bebe alcohol por primera vez e incluso se ve expuesto a los efectos del LSD.
Charlie estaba en clase y escuchó una conversación entre dos compañeras. Versaba sobre alguien, un conocido de ambas que, aunque tenía la oportunidad, no mantuvo relaciones sexuales con alguien en una fiesta. Tal vez fuera por esto que Charlie llegó a la conclusión de que existían más personas como él y comenzó a dirigirse a este desconocido.
Porque no es una persona normal. No tiene amigos, su infancia no ha sido fácil, y no ve el mundo como el resto de las personas.
Al principio sus misivas me parecían casi infantiles por su sencillez y la carencia de vocabulario. Por doquier se cometían redundancias, y esa clase de oraciones largas y enrevesadas que solo un niño puede escribir. Sin embargo, conforme este personaje comienza a desarrollarse como persona, a "implicarse" (Como le insiste su profesor de Literatura) con el mundo y a pensar un poco más en lo que le rodea, descubrimos que es sencillamente brillante.
Charlie me ha mostrado mucho. Me ha enseñado a no buscar palabras rimbombantes y complicadas para las cosas que no sé explicar o no entiendo. A expresar sencillamente lo que siento, sin tapujos. Es brillante porque se percata de cosas que nadie ve. Es extremadamente sensible. Y sus cartas son de una sinceridad devastadora, porque no contiene tabúes, carece de todo sentido de la vergüenza. Cualquiera que las lea podría sentirse abochornado fácilmente. ¿Cuántas cosas habremos dicho, pensado o realizado sin pararnos a pensar en qué implican realmente? Te vuelves un poco más consciente de ti mismo después de este libro.
Puede parecer un poco tonto al principio, pero Charlie me ha dado mucho que pensar. En relaciones sociales, en mi modo de participar en la vida de las demás personas. Lo que al principio era una novela ligera que narraba jocosamente los cambios de un muchacho de quince años un poco torpe, se ha convertido en una reflexión sobre mí, y sobre el resto de la sociedad.
Es impactante porque hace que todos nos sintamos falsos. Sonriendo sin ganas, con mentiras piadosas..., Es como si a Charlie no le importase lo más mínimo lo que piensen de él. Pero no por prepotencia y chulería, sino porque no piensa en los demás de ese modo, sino como personas a las que hay que agradar y cuidar. No cree que nadie pueda reflexionar sobre él realmente, como si no se incluyera en el "todo" de la sociedad.
Supongo que está relacionado con la ética respecto a que Charlie es justo eso que no esperamos encontrar nunca, un ser con ética propia, incorrupto. Sin ser tocado por la sociedad. La gente que le ha hecho daño no ha cambiado su forma de ver las cosas y el mundo. Charlie no es un personaje precisamente feliz, es solo reflexivo. Nadie lo ha cambiado ni lo ha manchado.
Finalmente, mi conclusión es que esas son las ventajas de ser un marginado. Ser distinto, ser locuaz, sincero, puro..., sin mácula del resto del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario