No puedo solo ser borde y fingir que me da igual. O sí, sí que puedo, quizá con el resto del mundo. Supongo que porque realmente me dan igual, o solo comparados con mi familia.
No puedo soportar esto por más tiempo. No puedo actuar como si no ocurriese nada y decirte cosas bonitas para que pases de mí. Y, de echo, ya no lo hago. Pero tampoco aguanto ser borde y fría contigo, y verte solo dos o tres horas al día. Y que no me hables más que para decirme "Buenos días" y "Buenas noches.
Porque no. Eres mi hermano, siempre has sido la persona a la que más he querido y admirado sobre la faz de la tierra. Siempre he querido cumplir tus expectativas, aunque dejara de ser yo misma. Me conoces mejor que nadie, sabes que me estás haciendo sufrir. Y si me quieres, debes hacerlo aceptando mis decisiones.
He hecho y dejado de lado muchas cosas por ti. Pensé que serías la última persona de la tierra que me haría llorar porque sí. Pensé que eras el único a quien se lo podía contar absolutamente todo sin tapujos. Y que me ibas a querer como yo fuera, me vistiera o pensara. Pensaba que siempre ibas a ser mi pilar.
Todos decían que te quería más que a nadie. Todos lo saben. Mis amigos lo saben. Mi familia lo sospecha. ¿Qué más puedo hacer para agradarte? Estudio, saco buenas notas. Le dije adiós para siempre al amor de mi vida. Dejo de juntarme con los que no me convienen. Pienso más las cosas. Ya no visto que doy miedo. Incluso me he dejado el pelo hasta la cintura.
Pero yo ya no soy quien quieres que sea...
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