lunes, 16 de abril de 2018

Fur.

Me he pasado la vida buscando la felicidad, sin saber que ésta estaba en una cama demasiado blanda, cubierta de pelo de gato, escuchando tu corazón bajo mi oreja, sintiendo tu mano acunar mi rostro, y tu aliento moviendo mi pelo cada vez que susurras que me amas, con amor en la voz, en los huesos lánguidos, en la calidez de nuestras piernas enredadas.

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