Mis chicas me han aconsejado que me tome la vida un poco menos en serio y me ha parecido una buena idea volver al viejo (e inútil) hábito de preocuparme por escrito.
Escribirlo no lo hace mejor, pues tan pronto como supe que las emociones se transformaban en pensamientos y adquirían consistencia, tomé la decisión consciente de ignorarlos y suprimirlos.
No debería exponer tanto mi blog, esto de escribir de forma no-explícita really blows my mind. And I can't do this kind of language changes as well as I used to.
Mientras la parte más romántica de mi cabeza me instaba a apartarme de las heroínas literarias y perseguir mis propios deseos, la lógica me dictaba una serie de actividades para ocupar mi tiempo y no pensar en él. Por supuesto, he hecho caso a mis razonamientos: casi he terminado la novela de Noah Gordon, me he aprendido unos 40 caracteres nuevos en chino y tengo todos mis apuntes limpios, al día y bien redactados a ordenador. Todas las emociones desagradables me vuelven increíblemente productiva.
Pero todos esos minutos vacíos que paso sin actividad mental, tales como la comida, la ducha o el traga-techos previo al sueño no me impiden pelearme conmigo misma o fantasear. El subconsciente es otro maldito, que me envía recuerdos de su risa mientras duermo.
He intentado crear razones para no sentirme atraída por él: no es exactamente guapo, sino más bien atractivo. No sabría decir si parece una persona compatible conmigo, aunque es inteligente (sabes cómo eso me gusta) y un gran lector (oh my). Y sin embargo, hay algo garboso en su tacto, su olor, su voz, su forma de mirar y tocar. Es mi opuesto, como todos los chicos que me han gustado, aunque Esperanza dice que esa es la razón de que me haya fijado en ellos..., y tengo que reconocerle que jamás estaría con una persona como yo...
Sin embargo, esas cosas nunca han sido realmente importantes para mí, sino que me importa mucho más la amistad que tenemos... y que no quiero perder. Es cálido, y confiado, es algo que he estado buscando mucho tiempo entre la gente que conozco, es sensato y buen consejero. He intentado compararlo con conocidos, antiguos novios y ligues, amigos y personajes de libros y películas, pero es simplemente único.
Esta entrada no me ayuda a aclarar nada, al contrario que habitualmente. Sigo atascada en la misma incomodidad, y he entrado en un extraño mutismo pensativo cuyo efecto inmediato ha sido un aluvión de preguntas a las que no sé responder sin sonrojarme. No duermo bien por las noches, no he visitado a Dani en varios días y me cuesta concentrarme en las cosas, aunque eso bien puede deberse a Ed, que ha embotado todos mis sentidos con su presencia constante.
Nunca me imaginé que pudiera ocurrir algo así, no tan pronto, no después de Eddie, al menos, y por eso voy a coger mi libro e irme a la cama. Tenía la intención de dedicarle una entrada al martes pasado, pero no me apetece seguir pensando.
Tàijian.
No hay comentarios:
Publicar un comentario