Si quieres que piense, esta es la única manera que se me ocurre. Aquí va:
Dicen que con el primer vistazo te puedes hacer una idea aproximada de algunas características de una persona en apenas cinco segundos. No hablo de juzgar por cómo vistas ni nada parecido, sino por la forma en que te mueves, tus expresiones faciales y las primeras palabras que dices.
Yo creo fírmemente en esta teoría, y no solo eso, sino que para mí todas las personas son esencialmente iguales hasta que alguien destaca, como la luna entre las estrellas, o hasta que me paro a conocerlas y separarlas. Supongo que por eso se me dan tan mal los nombres y las caras.
Y eso me pasó con Elena, Naya, Silvia y Alicia, cada una en un ciclo lectivo distinto. Son la clase de personas con la que encajo bien desde el principio y que pasan de ser mi "amiga definida de clase" y compañera de todos los trabajos a ser personas a las que les confío mis secretos, mis miedos, la gente a la que les pido consejo sin miedo, a quienes pido todo y doy todo sin recelo. En definitiva, mis mejores amigas.
Cuando entré en Estudios de Asia Oriental, esperaba encontrarme lo que me encontré: collares de cascabeles, tintes estrambóticos y, en definitiva, frikis a cascoporro. Frikis del manga y el anime en su mayoría, y en menor medida frikis de la cultura y la lengua, o incluso personas con intereses periféricos (informática, economía) que quisieran desarrollarse en Japón y en China. Esas etapas quedaban tan atrás en mi vida que me sentía como si fuera a regresar a los doce años, pero eso no está mal en absoluto, y ahora veo más que nunca que son personas buenas, con un toquecito de esa inocencia que se desarrolla al margen de la sociedad estándar y que echaba de menos de las quedadas Otaku en el árbol friki del María Luisa.
Incluso si hay gente que se sale del ya mencionado y estereotípico esquema, la mayoría tienen un comportamiento en el que encasillarse, y el de Alicia es el de la gente extraña. Desde que la vi, lo único que supe de forma intuitiva fueron dos cosas: que era inteligente y que no iba a poder identificarla con ningún paradigma social.
¿Físicamente? Su ropa es absolutamente normal, pero no es lo que se pondría la mayoría, sino que tiene un estilo clásico y cómodo. Nada de bolsos, nada de tacones, nada de prendas raras, ni colores especialmente llamativos. Ni siquiera podría decir en qué tiendas se compró su ropa. Su pelo es difícil, pero optó por rapárselo en lugar de tratar de domarlo. Nada de maquillaje, ni esmalte de uñas, ni mascarillas y peelings faciales. Su postura sugiere una absoluta falta de refinamiento, de pie, al sentarse, al caminar, al hablar. Sus gestos apoyan mi teoría inicial de que es una persona sin superficialidad, sin mentiras, no ha adoptado el comportamiento social estandarizado. Es ella misma, y al contrario que la mayoría, no tiene la necesidad de ocultarlo, ni en su apariencia ni en su forma de expresarse.
Al principio había un toque de rivalidad, motivado principalmente por mi estúpido convencimiento de que las notas reflejan en algún sentido la inteligencia de las personas. Es más inteligente que yo, y su cabeza es más eficaz, además de sus amplios conocimientos en cualquier tema (el hecho de que seas lista ya es raro, Ali) la convierten en una friki, pero a su manera. Lo que más me apasiona de una persona al principio es lo mucho que puedo aprender de ella. Pero, ¿quién es Ali, a todo esto? ¿qué me puede enseñar? ¿una especie de friki del saber, de los libros, de las películas que nadie ve, de los idiomas? Puede enseñármelo todo, todo lo que no sé: política, economía, literatura, cine. Y es una maravillosa escritora.
Voy a crear la subcategoría de amigos raros-geniales, pensé con un bufido mental.
Y aunque no la conocía de nada, supe que desde ese momento iba a ser muy especial para mí, y que escalaríamos gradualmente hacia una relación de confianza y cariño, de enseñarnos cosas mutuamente y ayudarnos la una a la otra en todo momento.
Eres rara, Ali, porque haces cosas diferentes a los demás. No hablo de que seas aburrida, introvertida o lo que quieras auto-aplicarte, porque todos tenemos esa faceta en mayor o menor medida dentro de nosotros; yo misma prefiero pasar tiempo en casa, no me gustan las fiestas, ni los grandes grupos de gente, ni los desconocidos. Hablo de lo que piensas, lo que lees, tus razonamientos y observaciones. Eres rara porque tienes una mente única y aguda, lejos del mundo y de su falsedad, y eso es encantador y a la vez le quita al mundo toda la fingida inocencia (de ahí que resulte una mijita bruto y el porqué de tu nombre de beia vikinga nórdica)
Seguramente me dejo muchas razones detrás, de estas que comprendes pero no puedes explicar y que me guardo para mí, porque definir a una persona en unas pocas palabras, en un post o en un libro es demasiado imposible.
Creo que lo más raro de todo, Ali, es que eres la combinación perfecta de cuquidad, brutalidad, inteligencia, perspicacia, originalidad y cosas variadas que se me ocurre. Y que me quieres, eso también es raro, y me gusta mucho mucho.
Yo también te quiero.