sábado, 30 de diciembre de 2023

endings

Penúltimo día del año.
He emprendido nuevos proyectos, he acabado mi tesis. Me demostré que podía hacerlo, encontré mi camino.

Volví al infierno a patadas y, desde entonces, He tocado fondo. 

Me han abandonado. He perdido lo único que pensé que importaba en esta vida: a mis padres. En el proceso se fueron también Eva y mi hermano, aunque con ellos hace mucho que no contaba. Luego apareció Cristian, y lo iluminó todo, y luego me arrancó la luz del alma al usarme y marcharse también.

Casi pierdo a Diego en ese lapso. Confundida, herida de muerte, descuidada y muerta de miedo, he dado doscientos pasos atrás en mi recuperación y ahora siento que podrían tumbarme con solo soplarme, como la casa de paja de los Tres Cerditos.

Pero, contra todo pronóstico, se quedó para vendar mis heridas. Mi familia, la de verdad, bajo mi techo. Aprendí qué era lo que no me llenaba, dónde no quería estar, a retener a mi lado a quienes suman: mi hermana, mi cuñado, mi pequeña sobrina (alegría de mi vida), mi esposo, mi Nuria, Mercedes y mis niñas.

Ahora toca reconstruir el camino, eso sí, con piedras nuevas. Alguna que, con suerte, me impregne a mí con su durabilidad, porque si algo me gusta de mí es seguir teniendo la inocencia, la vulnerabilidad de ofrecer amor a manos llenas, aunque eso signifique que, al final, me partan el corazón. Con una nueva gratitud hacia mi cuerpo por soportar este dolor y recoger lo bueno, sigo creciendo.

lunes, 25 de diciembre de 2023

no olvides

Hoy soy lo que soy porque, hace exactamente diez años, alguien me arrojó al suelo duro y frío de un parque y me violó. 

jueves, 21 de diciembre de 2023

la alegría en este día hay que celebrar

Había algo en la navidad que solía llenarme el corazón de ilusión incluso en panoramas oscuros. Una cena de nochebuena calentada en fiambreras en el hospital no era menos especial que la que celebrábamos con la vajilla buena y el árbol de Navidad resplandeciente de luces, si estábamos juntos. Eran días para buscar regalos con la alegría sincera de intentar agasajar y sorprender al otro con cariño y buenos sentimientos.
Hace algún tiempo que esta fiesta deslustrada parece escupirme su ironía y cinismo, y solo Diego se esfuerza por luchar contra mis lágrimas y mi mal humor. Entre los desplantes de mis padres, el abandono y la pérdida, los sueños hechos añicos, clavados y enquistados, ya nada tiene demasiado sentido.

Mis instintos me abandonan y ya poco me queda por pelear. Verdaderamente no tengo ganas de seguir caminando los senderos inciertos de esta vida..., y me pregunto si aguantaré lo suficiente como para ver la siguiente navidad.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Diego

Había mucha ternura en la forma en que apoyó el rostro contra ese punto concreto de mi cuello que ya era suyo. Inspiró, como queriendo calmarse con mi olor, y delicadamente depositó un beso sobre mi piel.

Calor en mis huesos. Calor de estufa, de calentito suave y pelusón, de sus brazos reteniéndome entera, como para que no terminara de romperme.

sábado, 16 de diciembre de 2023

morir

En la penumbra del coche, él me miró con gravedad, el rostro deformado por el sufrimiento.
- Te estoy matando -. aseveró en un murmullo estrangulado.

Y yo le dije que no, que con lo que he vivido, a mí el amor (o el desamor) no me mataría. Durante estos últimos 20 días he pensado que me había marcado un farol enorme, pero ahora mismo, mirándome con detenimiento, me doy cuenta con orgullo de que no; aún con mi labio partido por las calenturas, con la ropa demasiado holgada, con mis uñas rotas, con mi mala cara..., con eso y con todo soy indestructible. Aún llorando y despertándome por las noches, mi determinación es mayor que cualquier cosa.

martes, 12 de diciembre de 2023

batidora

     La culpa. Aquel momento tan íntimo y tan hermoso estaba teñido de ella. Hundidos hasta la cintura, él en la piscina de agua caliente y yo en el baño frío, supe que los dos compartíamos el pensamiento de que era una situación idónea para nosotros. En el fondo, para todo lo que nos parecemos, somos extraordinariamente diferentes en los aspectos más básicos. La idea me hizo sonreír.

Pero no me dejé llevar por mi cabeza entonces. El aire, caliente y húmedo, me transportó a un día exactamente igual, dos años atrás. La luz cálida y tenue instaló su brillo dorado en el cabello oscuro, en los ojos enamorados, por toda la extensión de su piel suave, tersa sobre los músculos abultados de sus brazos. En ese instante, sin embargo, había una suerte de triste desesperación subliminal que ahora entiendo, un pánico abrazado a la nostalgia del amor compartido, mientras me miraba. Me pregunto qué estaría viendo en mí, qué dirían mis ojos del torbellino que me ahogaba el alma.

Lo supe dos años atrás y también este pasado 12 de noviembre, en esas piscinas termales. No había duda de que este hombre, con su profundo sentir de las cosas, está hecho para mí. No podía dejarle, no podía rendirme con todo lo que habíamos construido. El fuego seguía ahí, candente, humeante, en brasas listas para ser reavivadas. ¿Cómo iba a decírselo al otro?


La respuesta es... no tuve que hacerlo.

sábado, 9 de diciembre de 2023

Remiendos

Sostengo en la mano la pulsera de cuero un instante más, recordando el calor húmedo de octubre vívidamente, como si pudiera sentir el sudor perlarme la espalda de nuevo. Flashes de la Feria medio cerrada parpadearon tras mis pupilas, imágenes de su amplia sonrisa, confesándome que, para él, era una cita bonita.
Me pregunto qué habrá hecho con su pulsera, y si habrá tirado la fotografía que nos hicimos con mi Instax. Espero que sí; me molesta la idea de que pueda verme el rostro.

Recorro los eslabones una vez más, como aferrándome al recuerdo, despidiéndome de él..., y, con una punzada de dolor seco, dejo que se pierda en el cubo de la basura.

viernes, 8 de diciembre de 2023

amends

    Pasó un día, y otro, y yo lloré menos. Me duché, dormí noches enteras y hasta recuperé el apetito a ratos.

Un efecto secundario que no me esperaba de toda esta situación fue que Diego y yo nos uniríamos más. Si bien estaba convencida de que confesarle mis sentimientos por otro nos rompería para siempre, él eligió perdonarme y seguir invirtiendo en nosotros. Hablamos durante horas, me limpió las lágrimas, estuvo pendiente y en contacto constante para que me sintiera menos sola y me ayudó a entender cada una de las ráfagas de la ventisca de mi alma. Sin juicios. Recorrió con caricias y besos las heridas que le hice a mi cuerpo y a mi corazón.

Lo que hice, por mal que estuviera, puso en valor lo que teníamos, que ninguno queríamos perder. Aunque sangrara mi duelo por dentro, me alegré de poder volver a refugiarme en sus brazos, en sus manos. Sentí alivio besándole y devorándole con un ansia casi animal; cada vez que hicimos el amor pensé que querría tenerle bajo mi piel para que su calor no me abandonara.

Remendó con paciencia mis nuevas inseguridades, mi redescubierto miedo al abandono y la desconfianza que ahora me abruma. Me recordó lo fuerte que soy, lo que deseo y merezco. Acabados los vaivenes se terminó también esa negra etapa de arrastrarme por un poco de cariño y atención. Ahora todo es mío, y todo es sano y bonito, y está bien; y esto no es más que un camino que transité, con su aprendizaje correspondiente, y que pondré a dormir en el cajón de las malas decisiones algún día, cuando esté lista.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Void

Dime, ¿Qué sentido tiene ahora la vida? Ya nada me interesa de alrededor, ya nada tiene el mundo que ofrecerme.

martes, 5 de diciembre de 2023

Limón

Devuélveme a quien era antes de ti 

ojalá no te hubiera conocido nunca

    Necesito salir de aquí, de donde se gestó todo. Necesito escapar por un tiempo a los espacios que contaminó con su presencia; no a la playa, no, porque hasta eso me lo recuerda. Necesito no dormir en esa cama en la que pasamos tantas horas hablando, necesito olvidarme de las videollamadas trabajando juntos, no volver a poner el pie en la Plaza Nueva, donde pasamos la mañana más bonita y abrazar ese espacio disociativo en el que todo fue un mal sueño.

lunes, 4 de diciembre de 2023

Disociando

    Disocio. Mucho y muy fuerte, y la mayoría del tiempo, sin querer.

Disocio cuando no puedo escuchar las señales de mi cuerpo, cuando no siento nada. Ni dolor, ni hambre, ni sueño, ni frío. Disocio también al tratar de mirar las cosas desde fuera y obtener perspectiva, ya no estoy segura de si lo que he vivido es o no real, de si me lo he imaginado, quizá solo lo haya soñado, es posible que él ni siquiera exista. Y no tengo pruebas de su existencia, así es, tan solo un garabato en un libro que miro casi obsesivamente y una bolsa de tela que bien podría haberme comprado yo. Ni una foto, ni un mensaje, ni un contacto. Ha desaparecido y no puedo verle y creo que me estoy volviendo loca y la angustia me devora porque quizá ni está ni estuvo nunca ni sé si acaso estoy sufriendo por una vaga ensoñación de mi mente drogada ni recuerdo ya cómo me llamaba o el tacto de su piel o cómo sabía la risa en mis labios porque ya solo queda la sal de las lágrimas 

sábado, 2 de diciembre de 2023

idiota

A pesar de lo que pensaba, volví a reírme.

Primero, haciendo el payaso con mi prometido, gran confidente y aliado, en los pasillos de un centro comercial. Me hizo cosquillas y me dejé caer al suelo de la risa.

Después me reí sin pensar, durante una conversación tonta con un amigo del trabajo.

Se me abrieron los labios agrietados con la risa y no me importó que sangraran. Era un dolor que estaba dispuesta a soportar con gusto, pues más grande es el dolor que arrastro desde hace tres meses.

¿En qué momento me pareció bonito?


viernes, 1 de diciembre de 2023

Cuarto día

    Exactamente igual que la última vez, me he dado tres días para sentir a máxima potencia. Como diría Gandalf, al amanecer del cuarto día, mira al Este.

Pero no, no ha salido el sol. Cuatro días lleva el cielo tan gris como mi alma, deshaciéndose en lluvias frías tan constantes como las lágrimas en mis mejillas. Seguiré sufriendo, lo sé, porque así es como se limpian las cicatrices del corazón, pero ya cada vez menos, ya toca pasar página. Borradas fotos, conversaciones y regalos, solo toca olvidar este mal sueño.

Hoy he dormido, y he dormido bien, sin pesadillas ni desvelos. Acunada en brazos de mi marido, desnuda, mimada y satisfecha. Así como ocurrió hace tres años y a pesar de lo que le he confesado que he hecho, él me perdona, me cuida y me devuelve al hogar donde moran los besos que derriten el alma.

Al final, contra todo pronóstico, se ha despejado el cielo. He desayunado un poco, he hecho ejercicio y, aunque tengo algún corte por el cuerpo, soy un poco más yo. Sigo siendo yo. 

jueves, 30 de noviembre de 2023

Cierre.

Hola.

Sé que nunca leerás estas palabras, no solo porque te he bloqueado y así te vas a quedar, sino porque este blog es lo último privado y mío que tengo; este es mi modo de obtener cierre después de todo lo que hemos vivido, después de que cobardemente cortaras todo de raíz sin darme opción a réplica.

No voy a decirte lo que pienso de ti porque la vida te pagará lo que has hecho con infinita amargura, de eso no me cabe duda. Espero que encuentres felicidad en tu hija, porque en eso que tu llamas matrimonio y que murió hace mucho no está. Espero que, siendo tan obsesivo como eres, no olvides nunca lo que te ofrecí, la promesa de lo que pude darte y que ya nunca será, no dudes de que pasaré página y sabré ser feliz sin ti mientras tú te esfuerzas en recrear el tacto de mi rostro o la suavidad de mi pelo o mi olor. Así, al menos, habría habido algo de cierto en las cosas que me decías.
Qué coño; ojalá que ella tenga un poco de amor propio y te deje. Merece algo mejor que tú.

Supongo que hoy he comprendido que jamás podría haber funcionado. Me he destrozado la vida por nada, pero volveré a ser, volveré a sentir. Sé que te dije que merecía la pena aunque fuera para acabar mal, solo por los recuerdos que pensé que atesoraría, pero me equivoqué. Como tú mismo dijiste, no has estado a la altura, pero rara vez lo estás.

Me imagino que un día serás menos rata cobarde y asomarás la cabeza. Espero que cuando llegue ese día yo ya sea otra y pueda sostenerte la mirada con el orgullo de saber que siempre merecí mucho más de lo que tú podrías aspirar a dar.

Ahora ya sí. Adiós.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Lesson learned

La pena.

Tengo que sentirla, abrazarla y aprender de ella.

Gracias, cuerpo, por permitirme seguir viviendo. Perdóname por haberte expuesto a esto, no nos lo merecíamos. No ha merecido la pena, pues son muy pocas cosas buenas las que me llevo y un dolor tan inmenso que no me cabe en el pecho, pero tenía que intentarlo.

Me sale pedir que me arranquen el corazón, yo no quiero sentir esto más; pero no puede ser, debo vivir esto y aprender a perdonarme por tantos errores.

Gracias, cuerpo, por saber respirar entre tanto sollozo.

martes, 28 de noviembre de 2023

Nizar Qabbani

 Nizar Qabbani dijo que

" Days will pass, and you'll abandon things you were addicted to, and leave someone, and cancel a dream, and, finally, accept a reality"


Y yo así lo creo. A sanar.

Salvador

Como una gran sima, la realidad del mundo se abrió bajo mis pies y se tragó un millón de promesas en las que nunca debí creer.

sábado, 25 de noviembre de 2023

Sparks

     Un nudo de piernas; Nido de piel, miradas paralelas y nada alrededor. El mundo está en pausa, y yo estoy en casa. Te quiero. Me llenas hasta los poros de tu amor. Gracias por este momento. Quiero decírtelo todo, las palabras burbujean en mis manos, como cuando quiero escribir. Sé que puedes leerlas en mis ojos, las oyes en las canciones que te dedico cuando no puedo verte.

Ah..., un suspiro se me escapa, quizá una suerte de gemido contenido. Eres perfecto. Cada curva, cada esquina, cada secreto. Apareciste cuando menos lo esperaba, y desde entonces el mundo refulge. Un beso apretado atrapa todo lo que quiero contarte. Contrarreloj, el tiempo robándonos minutos a puñados, con angustia trato de asirte y retenerte a mi lado a golpe de cadera, de abrazo, de piernas a tu alrededor, para que no te me vuelvas a escapar.

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Cañazos

     Cuerpo. No vemos lo mismo, ellos y yo, lo sé. Ellos y su interés vacuo que tanto me asquea. ¡Ah! si supieran lo que verdaderamente esconde la ropa, y tanta pose tan bien estudiada..., probablemente se asquearían. Estrías, piel fofa, arrugas, cicatrices, manchas. Este cuerpo que suscita tanto interés tan poco solicitado. Este cuerpo que intento aprender a cuidar y otros solamente quieren mancillar con sexo del malo, sin besos, sin caricias, sin susurros, sin amor.

¿Cómo hace la gente para tener sexo casual?

No me imagino abriéndome para nadie de esa forma. Ya no se trata ni siquiera de que me vean, sino de la inhibición de la confianza. De arquearme y gemir. Me gusta mi cuerpo por muchos motivos, uno de ellos es que es expresivo. Sin órdenes conscientes él expresa ese deseo con suspiros, con escalofríos, con gemidos, ofreciendo el cuello, ofreciendo el pecho, ángulos que pocas personas han visto y espero que muy pocas más (o mejor: ninguna más) lleguen a ver. 

Este cuerpo, que intento convertir en un templo, apreciarlo por todo lo bueno que puede ofrecerme a mí y al mundo..., este cuerpo no es solo el objeto de desahogo de un gorila calentorro. ¡Me niego!

The most current exegesis

     ¿Cuántas veces habré buscado refugio en esta vida? El refugio de mi niñez era la soledad que me permitía expresar con gusto las emociones reprimidas. A veces, espacios, como lo fuera mi casa..., antes de esta aciaga época. Durante algún tiempo incluso encontré refugio en los pesados ecos del interior de una capilla, donde hablaba con Alguien que, evidentemente, hacía oídos sordos a mis ruegos y dudas. La fría humedad de ese lugar no hace sino recordarme que soy la única persona a la que tengo en realidad, mi única aliada, la mejor inversión de mi vida.

En esa reticencia a volcar la necesidad de ser socorrida en otros me he aferrado durante más tiempo del que pueda recordar. Poco a poco, los escasos puertos seguros de mi vida se han ido desvaneciendo en una aséptica dejadez: primero amigos, luego familia. Una suerte de hermana-madre lucha contra la inercia inevitable de la vida ofreciéndome un hombro, una mano y recursos.

Últimamente, cuando yo misma más me fallo, es cuando más he buscado el consuelo de una mano amiga. A veces es una presencia constante e indefinible al otro lado de la pantalla, corazón robado; a veces es un batiburrillo de mantas y el acunar firme y sólido de sus brazos fuertes, de sus besos en el pelo, del perfume de su cuello. 

Qué roca es Él, mi Él, tan fuerte y tan seguro. De entre las brumas de la incertidumbre y el cansancio intuyo el resurgir de su brillo que ciega, de su amor, que arrolla. Le dije que yo no dudaba, no lloraba, no desistía, y Él pacientemente esperó a que lo hiciera y me demostró que no pasa nada, que con él he duplicado ojos y manos y piernas, que puedo ser una hojita frágil y temblorosa en medio de una tormenta y tener miedo, y está bien. Él me protegerá de las ráfagas inefables. 

lunes, 20 de noviembre de 2023

Limón.

     Sé lo que tengo que hacer. Conozco los pasos, viejo es el sendero. Me canso de tantos vaivenes, de tantas relecturas, de estas esperas abisales.

Dime, ¿Qué sentido tienen tantas lágrimas? He envejecido doscientos años en los últimos meses y ya no me compensan los momentos bonitos, los chispazos de color, de calor y hasta de fuego.

Si yo te recordé que hay luz, tú me recordaste lo fácilmente que pueden apagármela.

domingo, 19 de noviembre de 2023

crawling

    El cuerpo, tan sabio él, entiende de lealtades mejor que nadie. Tendrás tus acuerdos, tus contratos y tus te quiero más que asignados, pero tu cuerpo solo responde conmigo y el mío grita con escalofríos que no quiere que le vuelvan a tocar manos menos suaves que las tuyas nunca más.

viernes, 17 de noviembre de 2023

Said and done.

     En un por entonces te sueño y te recuerdo, entre sábanas y almohadones mullidos, en el vaho por dentro y lluvia por fuera; en el resuello vives, en las bocanadas sutiles de tu perfume, Sauvage, que me llegan a la nariz, fuego en los huesos blandos y el golpeteo sicalíptico de la piel. En mi melena rodeándonos como un velo, labios entreabiertos, suspiros frente a quejidos, esa boquita hinchada de comernos hasta las almas. En las empinadas laderas de la sierra alpujarreña las preocupaciones se desvanecían con los últimos estertores de un orgasmo denso, goloso.


Hace un año la vida era eso: comernos a manos llenas en cada esquina. El trabajo era una mierda y quizá he maquillado los recuerdos en exceso, pero al menos esas tardes de trastear con robotitos te hacían feliz. No había tanto mal humor, tanta queja, tanta ansia. ¿O sí, y lo he olvidado? Hace un año la vida era gris y tú mi vidriera de colores.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Robe

" Como buen guerrero
Puedo dar la talla
Puedo darlo todo
Pues doy todo por perdido
En cada batalla
Y nunca me he rendido

Porque si la pierdo
¿Para qué quiero estar vivo? "

domingo, 12 de noviembre de 2023

¿Dónde estás?

     Se me escapa entre los dedos, y no soy capaz de asirlo. Finjo que tengo el control, mordiendo esta rabia que sabe a hiel y que empaña lo que debió ser ni más ni menos que un espacio de tiempo hermoso y pleno de paz y cariño.

En el silencio cargado de cosas por decir, en la ausencia, en la pérdida, en el abandono..., ahí te encuentro. Te miro sorprendida y me pregunto quién narices eres y por qué demonios iba yo a querer algo así en mi vida. Con la preocupación como telón de fondo y con una tristeza infinita intento aún animarte, idiota de mí. Celos, vaivenes y culpa.

Y ni un solo gesto de amor.

Necesito un motivo.

oh boys

Navegando entre la parte que me da calor y la que me hiela el alma. Al final todo se resume en eso: el antes, el ahora. El amor, la indiferencia. La certeza, el miedo.
Hasta los huesos me duelen de tanta pena como cargo.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Momento vips.

La amenaza de las decisiones y los cambios pende sobre mí con el peso de las lágrimas demasiado tiempo contenidas.

jueves, 9 de noviembre de 2023

A fuego lento.

     Es tentador.... cambiar de postura. Ponerme música. Abrir los ojos.

Huelga decir que eso es precisamente lo que no debo hacer. Ian siempre dice que hay que escuchar, vivir y sentir en el momento presente, así que respiro despacio e intento romper mi inercia de constante movimiento. Quieta, ¿relajada? de inmediato acumulo tensión en la espalda, los hombros, me pica el cuerpo y me inundan poco a poco, sin pedir permiso, las emociones. En descuidado desorden irrumpen la impaciencia, la pena, el desconcierto y la... ¿rabia?

Rabia. No tiene que ver con las piedrecitas que se me clavan en el culo a través de la esterilla de yoga. Me imagino que es un objeto y que puedo visualizarla, tocarla, olerla incluso; quiero que sea algo externo. Me doy cuenta de lo ajena que la siento, también recuerdo su búsqueda. ¡Hola, compañera! Te había puesto careta de tristeza, qué torpe yo. No te reconocía. ¿Y ahora, qué hago contigo?

Dale la bienvenida (casi escucho la voz de Ian), no asumas que es tu enemiga. Siéntela, acéptala.

Y de pronto la rabia es una persona que parece sentarse a mi lado, aquí, en medio del pinar, con las piernas cruzadas. ¿Qué haces aquí? no te juzgo, ojo, solo quiero conocerte. Ella titubea y me cuenta que le enfada no sentirse prioridad en mi vida. Asiento, tiene sentido. Cogiendo carrerilla, me explica que siente que paso de puntillas sobre las cosas para no enfrentarme al conflicto, para no ser vulnerable, para no asumir que obtener lo que quiero pasa por tomar la decisión que más temo. Mirándome a los ojos, con una expresión decidida, esta Rabia que parece conocerme tan bien me acusa... de elegir deliberadamente no ser feliz.

Eso no es justo. Abro la boca para defenderme y...

¡Puf! se ha roto el momento. Se esfumó. Ahora solo queda el trino de los pájaros, el ajetreado crecer del follaje, el silencioso alternarse del sol y las nubes. Han pasado casi tres horas.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

En sentido figurado

Redobla el ritmo, se salta un latido, y vuelve a echar a correr. El acicate del dolor. Tan lejos y tan cerca.
Qué noche tan oscura. Más fría, si cabe, cuando me reciben sus brazos fuertes; recogen y remiendan los pedazos dispares de mi corazón.

Desgranando

Déjame seguir vomitándote donde no alcanzan los golpes rabiosos, las zancadas cansadas, los sueños en los que eres mío.

No sé si aún me recuerdas

Ay, qué no daría yo por verte perdido en mi cuerpo toda la vida, y recrearte una y otra vez mientras besas y veneras mi piel, y te hundes en mi carne y gimes que me necesitas, que te duele no tenerme, que cada suspiro exhale un «te echo de menos» que pesa más que el retumbar bradicárdico de mi corazón en el pecho, tum, tum, y todo borroso, pero contigo en el centro, y todo caliente, pero la piel de gallina, me falta el aire y tú me llenas.

Toda la vida.

Joke's on me.

Se ha dormido. En cuestión de segundos, casi sin tocar la almohada, se ha quedado frito.
Contemplo su rostro, relajado al fin; las arrugas de tensión han dejado su huella, un recordatorio en la piel descamada, el cabello demasiado largo, nuevas canas que proliferan aquí y allá. He descubierto que su vejez me produce ternura, especialmente cuando su alma de niño asoma a los ojos brillantes, a la sonrisa pícara de labios llenos. Una imagen de su rostro feliz de pequeño relampaguea en mi cabeza y una carcajada amenaza con trepar por mi garganta, decido entonces que quiero alguna de esas fotos para no olvidarme de la persona de la que me enamoré y que ahora sonríe tan poco.

Con un suspiro, me quito el sujetador por debajo del jersey. Llevaba interior bonita porque..., bueno, necesitaba sentirme deseada. En el fondo aún quiero que me mire con admiración, pero no ha podido ser.

Cuando me meto en la cama, a su lado, murmura algo. Su cuerpo dormido me busca, me mueve a su antojo con fuerza y decisión, me coloca donde él quiere; siempre me gustó cómo me toca y noto inmediatamente que me humedezco. La piel de gallina con el tacto de su mano áspera y cálida sobre mi cintura, bajo el jersey. En el fondo sigue haciéndome sentir en casa.

domingo, 5 de noviembre de 2023

Ay, amor...

Después de un día de maravilla,
no quiero dormirme.
Y contaré los minutos hasta no sé cuándo
por volverte a ver...

viernes, 3 de noviembre de 2023

Midnight verbosity.

     Viernes por la noche, una menos diez de la madrugada. La casa se mece con el arrullo del sueño inocente de quienes viven bajo su techo; todos ellos menos yo, que froto con brío los restos de pizza de los platos. 26 Años, pienso con un suspiro. ¿Era así como me imaginaba mi vida hace, pongamos, diez? Sé que no. Por muy retórica que sea la pregunta, por muy mías que sean mis elecciones, sé que no.

Me distraigo pensando en lo hermosa que ha sido esta mañana. El sol jugaba al escondite tras unas nubes altas y deslumbrantes en su blancura. Mi mejor amigo y yo, paseando por el casco histórico de la ciudad, rodeados de mis amores: los libros. El aire fragante a otoño. Un músico callejero tocando una de Santana. Una sonrisa tan fácil, tan natural que es casi inconsciente. ¿Por qué serán tan verdes sus ojos? Me siento ligera..., me siento viva. Roces no tan inocentes que me hacen pensar en lo áspero de mis manos, tan frías, tan viejas y tan infantiles al mismo tiempo.

Ambos nos sentimos solos. Es fácil verlo.

Reviviría la mañana en bucle...

martes, 31 de octubre de 2023

Despecho

Cubre la memoria de tu dulce rostro
con la máscara del que serás si te marchas
Y entierra tu gemido con tus sonrisas
con tus caricias y miradas 
con los te quiero que ya no anhelo 

Dispersa nuestra noche en la niebla
Y contempla esa dulce voz
rehén de mis recuerdos más hermosos

martes, 24 de octubre de 2023

No sé cómo

Allá donde las promesas se coagulan, 

donde mueren las ilusiones y se caen los mitos.

Allá donde mi estrella estrangulada gime montones desteñidos 

y las sombras mojadas recogen sus trozos

Yo sigo esperando el calor del hogar.


lunes, 23 de octubre de 2023

El simbionte.

     En su esquinita está mi negra brea, al acecho.

En una especie de maniqueísmo bicolor: el bien y el mal, la calma y el caos. Absoluto, dicotómico, arbitrario.

Con mi pedacito de tiza dibujo una línea blanca. No pases.

A veces escucha, a veces me amenaza, a veces me come.

Con nuestra tiza arañamos el suelo, las paredes, y creamos una jaula ilusoria de blancura cegadora. Tú, en tu esquina, me apoyas con ráfagas inconexas, con una sonrisa ocasional, con un amor ardiente, inapropiado, secreto y desmedido. Con más caos. Con más luz. Con emoción y miedo.

Mi pedacito alquitranado de alma se alimenta de eso.

De mí.

De nosotros.

Hasta que ya no queda nada.

miércoles, 4 de octubre de 2023

The calm before the storm.

A few months ago, back in April, I regretted not enjoying calm lapses enough - I was afraid of what these new adjustments might bring into my life. Now that I know the answer, I'm equally excited and terrified, a well known feeling I've been dreading for three years. God I hate changes. 

lunes, 2 de octubre de 2023

Music will again say it all for me

 I try to face the fight within

but it's over

I'm ready for the riot to begin

and surrender.


I walked the path that led me to the end

Remember?

I'm caught beneath with nothing left to give,

forever.


Grey skies will chase the light away

no longer

I fought the fight now only dark remains

forever


Divided I will stand

and I will let this end.

Whenever I can't speak

 Why do we sit around

and break each others hearts tonight

Why do we dance around

the issues till the morning light

When we sit and talk and

tear each others lives apart


You were the one to tell me go


But you were the one for me

and now you're going through the door

When you take that step

I love you baby, more and more


We need to laugh and sing and cry

and warm each others hearts tonight

Observing the fun of everthing...

lunes, 4 de septiembre de 2023

Mientras me curo del cora.

     El séptimo amanecer me sorprende escribiendo estas palabras con el corazón triste y tranquilo como el mar, que tanto ha visto y sigue batiendo contra la orilla incansablemente.

Mientras todo cambia. Mira que me afano y lo sujeto, pero aún así se me escapa. Y camino por entre las dunas inmutables deseando que todo fuera como ellas y yo pudiera seguir jugando en su blancura como hace veinte años..., Pero no. Flor de Lis tenía razón cuando afirmaba que todo pasa y poco queda; lo que no advirtieron con su canción es que un trocito de mí se escindiría con un dolor preciso con cada nueva ruptura. Quizá sea porque, para bien o para mal, cumplir años me conviene en un miembro de pleno rendimiento de una sociedad en la que no siempre puedes limitarte a volar con la brisa que mejor te impulse.

Solo puedo dar las gracias hoy. Ha vuelto a salir el sol y sigo viva (¿Qué más necesito?). No voy a reflexionar sobre el pasado año porque si lo hago me muero; voy a abrazarme a mí en su lugar y a quererme un poco más por haber podido sostener todas estas emociones, por haberlas experimentado, porque he hecho todo lo que he podido. Gracias, cuerpito.

sábado, 12 de agosto de 2023

Llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya

     Esa paz que vive en la arena dorada y en el romper de las olas, en los gritos de los niños y en las ilusiones de los amores de verano, en la brisa con su olor a alga y a salitre; esa sensación solo vive en algunas personas y en lugares en los que parece que no pase el tiempo, por muchos edificios que proliferen tras las dunas y el roqueo del espigón. Allí donde, como en la canción de Serrat, sigue jugando mi niñez...

viernes, 14 de julio de 2023

Empty.

Not been great, not been too bad. Coping, I guess.

Anxiety gave me seizures and major breakdowns. Some things resumed in an even bigger disappointing way.

Everything's chaotic and I seem unable to accomplish anything.

Although that's not entirely true. I ended up writing that big thesis I was so affraid of, and I enjoyed it. I now have a master's degree, totally and completely useless, but hey... I made it.

Work has been hell, but wasn't it always?

I feel so empty.

I also read a lot. That is nice.

I kinda need a break.

domingo, 4 de junio de 2023

Más bien no.

     En mis memorias fue la luz lo que cambió,  no la óptica. Como cuando Fátima y yo reprocesamos recuerdos y de pronto no soy capaz de poner en pie cómo eran las cosas antes.

Desde ese momento ni siquiera le reconozco. Recuerdo lo que éramos y lo que sentíamos en cada abrazo, como un latigazo, como cuando despiertas de un sueño agradable intentando retenerlo mientras sientes que se te escapa irremediablemente. Se desvanece. Era más fácil seguir durmiendo, pero me estaba perdiendo la vida, la verdad, la "pastilla roja". Ahora solo quedan la nostalgia y la terrorífica certeza de que no me gusta la persona a la que estoy mirando a la cara.

Qué despertar tan desconcertante y, a la vez, calmado. Como la revelación de que el padre de uno es un ser humano, un aprendizaje que te deja la elección de aceptarlo... o no.

lunes, 29 de mayo de 2023

Pecados

Y ojalá que llegue el día en que seamos nosotros. Creo que nunca lo he deseado más que hoy; cuando he comprobado que una buena parte de la rabia no es otra cosa que envidia.
Ah, ella, uno de mis grandes y más recurrentes pecados.

Simbólico o estúpido, hoy solo quiero huir de aquí, echar a volar a un futuro lejano e improbable en el que camino por un pasillo hacia él, que llora ante la visión de su mujer vestida de blanco y voluminoso repollo y no existe nada más grande y sublime que nuestro amor. Un día en el que no pueda decirle nada en absoluto, porque los te quiero y los te amo se nos queden chicos y necesitemos una palabra nueva para lo que nosotros sentimos.

domingo, 7 de mayo de 2023

Estulticia.

     Sus aguas límpidas, sus dunas, sus dunas blancas de grano grueso, cielos despejados y un sol de justicia. Playas vacías y yo sola en ese agua fresca y deliciosa, salada y acogedora, arremolinándose contra mis tobillos con la fuerza de la marea ascendente.

La perra corre, mojada, pelota arriba, pelota abajo. Diego me observa sentado desde la arena. Mi familia.


Y hoy, ni este hogar improvisado sin techo ni paredes, ni esta calma, ni esta luz me calman.

domingo, 30 de abril de 2023

@ polisía

     Qué puñetera la necesidad de caer en el zamarreo, en el jalón fuera de la zona de confort, para valorar esa relativa calma de la que he gozado los últimos meses. Ahora me tiran de la alfombra bajo los pies nuevamente, es hora de otro reto, otro castigo, otro problema..., o quizá, quién sabe, una oportunidad. Que no me apetece nada afrontarla es una realidad, que no me queda más remedio, otra.

Se siente como un paso atrás en mi vida, y estoy asustada. No sé cómo afrontar esto. No me gustan la incertidumbre, el descontrol o la duda.

viernes, 28 de abril de 2023

Malosi

     Si me dieran un euro por cada vez que he escuchado decir que soy fría, mala, poco empática o que no tengo corazón, creo que habría amasado una suma considerable a estas alturas de mi vida. Duele infinitamente más cuando viene de la gente a la que quiero, claro, porque parece que no valoran mi forma de querer y cuidar.

Ayer él me lo dijo, de broma, según sostiene. No esperaba escucharlo nunca de sus labios. Podría haberme llamado malosi, o alguno de esos motes tontos y ñoños que nos gastamos, pero eligió decirme que no tengo corazón; yo acusé el mazazo con dos lagrimones y lo que sea que tengo en el pecho se sintió resquebrajar en mil pedazos.

No pude dormir, no pude abrazarle, solo recuerdo la agitación de las pesadillas. Medio dormido, me dio las gracias por entenderle, por comprender que solo había sido una broma, y yo me mordí la lengua y me tragué las ganas de decirle que yo no entendía nada más que mi propia pena.

martes, 25 de abril de 2023

Lluvia.

Cuando nos conocimos, éramos adolescentes. Con la fiebre típica de esa edad, no tuve jamás ni la más remota intención o expectativa de estar con otra persona.

Pero, un día, las cosas cambian. Y se acabó.

Mentiría si dijera que ya no duele, aunque sea solo un poco y a veces. Es como un hueso roto que ya se ha curado, pero que aún molesta en los días fríos de lluvia.

lunes, 24 de abril de 2023

Kriptonita.

     Creo que siempre he tenido una relación cuestionable con el sexo masculino. Mirando hacia atrás, creo que he predispuesto siempre el camino perfecto con mi precocidad para las expectativas frustradas y el arrepentimiento.

    Mi primer beso fue en un sitio raro, expuesto. Incómodo, con los chismes del cole colgando por todas partes, asfixiada de inseguridad. Fue con alguien que no es que me gustara, pero me daba la validación que yo buscaba. Hoy, él es un yonqui que se dedica a las estafas piramidales y tiene relaciones múltiples con mujeres muchísimo más jóvenes que él, entre ellas, la madre de su recién nacido. Todo con él fue siempre sórdido, sucio y violento. En la adolescencia, esa era mi kriptonita.


    Recuerdo verme acorralada contra la pared por un hombre veinte años mayor que yo que había conocido por internet. Estaba asustada. Era especialista en alejar a la gente buena de mi lado, me aburría, o eso decía. No sé, me hacían sentir que no estaba a la altura, que no era buena, que no era suficiente.  Mi primera relación sexual no fue consensuada y llegué a pensar que me lo había ganado a pulso.

    Mi ex también hacía eso conmigo: hacerme sentir menos. Yo lo compensaba ofreciéndole partes de mí que entendía menos sucias, menos usadas, más puras. Porque él lo hacía todo desde el amor, y de mí se preguntaba la gente qué polla no me conocía. Era un rumor, claro: yo no soy así. No es que haya nada malo en serlo o dejarlo de ser, pero, en mi caso..., pues no lo era. No lo soy. También esos daños pensé que me los merecía, al fin y al cabo, era el precio a pagar por darle algo nuevo, algo que fuera solo para él.


    Desde esta óptica recién aprendida a la que llaman compasión estoy reaprendiendo a mirarme con otros ojos. Ahora veo a esa niña necesitada de casito y validación y me dan ganas de abrazarla. No cambiaría nada, porque soy como soy por ella, pero por primera vez no la culpo y tampoco me da asco. Espero que pueda perdonarme lo dura que he sido con ella... conmigo.

Influencer

     El cambio está en mí, puedo sentirlo corriendo por mis venas. Objetivos nuevos me impulsan bajo la luz de un nuevo día; ya no le temo a nada y estoy a medio pelo de convertirme en una de esas poetisas modernas de Instagram cuyo encanto recae en saber pulsar el enter del teclado aleatoriamente y saltarse las mayúsculas a boleo.


Así, como una brisa

de vida

incierta bajo una nueva luz

lunes, 10 de abril de 2023

Cantera.

     Fátima dice que el sufrimiento se elige, mientras que el dolor, no. El dolor está ahí y no es más que una respuesta a un golpe, a un daño; pero yo tengo el poder de elegir no hurgar en esa herida abierta. No regodearme es una elección. No ser la víctima, es una elección. Hacer o dejar de hacer también lo es.


Ahora elijo no ser proactiva... y eso está bien. Como decían los Canteros de Los Simpson: lo mío, pa' mí.

jueves, 6 de abril de 2023

Memoria.

     Vine buscando paz y silencio y me encontré abrumada por el trino de los pájaros entre millares de jaras que llenan con su aroma de romero y marisma las colinas de estos montes sembrados de altos pinares olorosos a primavera y vida. Vida que explota desde el sotobosque inquieto al zumbido de las nubes de moscas y abejas y al aleteo que se sucede de conífera en conífera y al crujido de la arena del camino bajo mis botines manchados de polvo.


Vine buscando quietud y encontré matices, y cosquillitas de ganas de vivir, y el jadeo nervioso de mi perra que asusta a la naturaleza con el retumbar torpe de sus largas patas, tum tum, tum tum, y mi propia respiración profunda que intenta captarlo todo, retenerlo en mi memoria.


Vine buscando soledad y me sentí más acompañada que nunca por la increíble riqueza que soy yo, aquí y siempre, conmigo misma.

lunes, 3 de abril de 2023

Con calma

     En un alarde de autodestructivo masoquismo, me he subido a la báscula. Como en una intuición de fuera de este mundo, sabía exactamente el número que iba a devolverme; será que estoy más en sintonía con mi cuerpo que nunca.

Con calma (¡con calma, yo!) observo el número y respiro despacio. No pasa nada. No me gusta, puedo admitirlo, no pasa nada. No voy a hacerme daño. No estoy enfadada. No pasa nada. No estoy cómoda, pero puedo cambiarlo sin hacerme daño. Me perdono, pero necesito aprender de esto, y mejorar: desde que comenzó esta relación sentimental, desde que salí de casa, desde que empecé a ir a terapia, no he hecho más que engordar. Sumar kilos de dos en dos.

Se acabó. Tengo que cuidarme y volver a amar esta piel en la que vivo.

miércoles, 29 de marzo de 2023

Progreso y temblores.

     Con la estabilidad vino el terror. ¿Cuánto durará esta vez? las crisis y los bajones son cada vez menos frecuentes, las recuperaciones, más rápidas. Avanzo lentamente y con buen talante en cosas que antes me daban miedo o ansiedad. El trabajo. La tesis.

Me siento menos sola, aunque no es que lo esté. Estoy más contenta y cagada de miedo. ¿Estoy progresando, o solo es otra nueva subida antes de volver a caer? No quiero llorar más. No quiero seguir pensando en quitarme la vida. No quiero más pena en mi vida.

¿Estoy contenta porque he disociado? ¿Es que no estoy en contacto conmigo misma..., otra vez? ¿Es que las cosas me pasan rozando una vez más?


Me siento tan libre...

martes, 28 de marzo de 2023

¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo?

    Este ejercicio diseñado para ayudarme a dejar de disociar y traerme al presente me está regalando, poco a poco, momentos muy bonitos, aunque al principio me hacía sentir muy tonta y muy angustiada sin ningún motivo.


Estoy en la calle. Son las nueve menos cuarto de la noche y el sol se está poniendo detrás de mí. Estoy junto a una huerta de olivos recién podados. La temperatura es agradable, demasiado cálida para esta época del año. Acaban de regar y me llegan aromas y sensaciones propias del verano. Huele a sol, a tierra húmeda del riego reciente y un poco a polvo en suspensión de las obras cercanas. Donde estoy no escucho nada. Huelo las buganvillas esplendorosas que decoran la fachada de la finca a mi izquierda.

Estoy paseando a Deva. Es muy agradable porque está cansada y no tira de la correa, sino que me acompaña por una vez. Me duele un poco la espalda de la inmovilidad prolongada frente al ordenador, pero también siento las piernas fuertes, ágiles. Me doy cuenta justo ahora de que estas son mis condiciones favoritas para correr, el cuerpo me impide que me incline un poco hacia adelante, que elongue la columna y saque pecho, que alargue la zancada para sentir mi potencial y el aire aún cálido acariciándome la piel. Mis pulmones parecen listos para expandirse y recibir todo ese oxígeno fragante; pero solo se me escapa un suspiro nostálgico y casi compungido.


Aquí estoy. Esto hago.

domingo, 19 de marzo de 2023

Mi alma gemela

     Él es mi alma gemela. No me complementa, porque yo no necesito adornos: soy una, única e indivisible, perfecta en mi humanidad inherentemente imperfecta y voluble.

Él es mi alma perfecta porque hace mucho más que encajar conmigo. No somos dos piezas de un puzle, sino que yo soy un puzle completo y él es otro. Me encanta admirar sus piezas, buscarlas, aprenderlas, encajarlas y reencontrármelas. Cada pequeña parte de él es una imagen y un todo. Encuentro nuevos pedacitos preciosos cada día y eso me apasiona.

Es la persona más importante que conoceré en la vida, lo sé, incluso sin haberla vivido del todo. No es fácil y perfecto, aunque al principio lo pareciera, pero es increíble. Es un espejo en el que no siempre me gusta mirarme, porque saca todo lo que tengo reprimido y me hace volver la mirada hacia dentro para poder entenderme, apreciarme y cambiarme si lo necesito. Por eso a veces me enfado, me frustro y me vuelvo contra él; pero como espejo que es, él no tiene responsabilidad ni culpa de si a mí me gusta o no lo que veo. Lo mejor es que me desinhibe, tira abajo todos mis muros y me abraza y me recoge incluso donde yo solo veo fallos, fealdad y miseria.

Aquel personaje estrambótico de una novela reciente, Richard el Texano, le explicó a la protagonista del libro que vivir con un alma gemela es demasiado duro, porque "están hechas" para llegar a tu vida a quitarte el velo de los ojos y marcharse. Yo me niego a creer que nadie "esté hecho" para absolutamente nada; estamos hechos para lo que nosotros decidamos que estamos hechos. Se quedará si quiere, se marchará si así lo decide, y es precioso porque es su decisión y, para mí, su voluntad de estar conmigo es más poderosa y vale más que mil azares o un millón de destinos.

Mi ginecólogo me dijo el otro día: no cambies nunca; como si yo pudiera evitarlo. Me gusta pensar que me adaptaré a lo que venga e intentaré siempre ser un poco mejor. Y me gusta quién soy cuando estoy con él. Me gusta la persona en la que me estoy convirtiendo.

Zweiter

     Supongo que a veces el subconsciente puede ser un espejo cruel de nuestros deseos. Soñé que recibía un mensaje encabezado por un "hola, pequeña", soñé que había una disculpa, una excusa y un "te echo de menos" que obviamente solo existen en un sueño, un deseo o una imaginación. Soñé que me ponía ridículamente feliz, que le confesaba que yo también y que quedábamos para hablar de verdad, solos él y yo, y darnos un abrazo de los que funden las almas.

¡Ay...! si tan solo fuera tan fácil como parece.

sábado, 11 de marzo de 2023

Die Sonne

    Algunas veces, a ciertas horas del día, el sol atraviesa todos los cristales de esta casa simultáneamente y rebota en la blancura de las paredes con un brillo cegador. Su luminosidad parece entrar en mí de lleno, devolviéndome a la luz, a la vida, a la paz; entonces me siento a gusto en este sitio, entonces lo entiendo como mío, como mi hogar, mi refugio, mi batcueva.

Me encanta la luz de mi hogar.

viernes, 10 de marzo de 2023

lunes, 6 de marzo de 2023

im Büro.

     Ya echo de menos llamarte para pedirte un besito de buenos días.

Ya echo de menos que te cueles en la cama en un descanso para abrazarme bajo el edredón. Y los mimitos y el desayuno por sorpresa. Ya echo de menos hablar con alguien por las mañanas, almorzar en compañía y poner una serie de fondo. ¿Por qué me resulta tan duro todo esto?¿Por qué parece súbitamente que el mundo se haya apagado?

miércoles, 1 de marzo de 2023

Mocos.

     Hoy han ligado conmigo.

Es la primera vez en mucho tiempo que recibo un fichazo, y os digo más, es la primera vez en mucho más tiempo todavía que me siento halagada de recibir atención masculina. Por supuesto he rechazado el contacto con firmeza, faltaba más, pero la idea de que ese hombre tan guapo se interesara por mí me ha puesto contenta y nerviosa como una adolescente.

Me hace gracia la situación, claro. Es todo tan superficial y surrealista que parece una broma; yo no soy lo de lejos lo que ese chaval quiere y de todas formas nunca lo sabremos porque estoy comprometida. ¡Qué poco respeto tienen los hombres por el hecho de que una mujer esté en una relación! la conversación ha sido una red flag tras otras, pero mis hormonas desbocadas solo podían pensar en una cosa...

¡Ah...! Qué poca acción tengo últimamente. Jamás pensé que ese aspecto de la vida en pareja me afectaría tanto. Aunque mi mejor amiga tenga la teoría de que me he aburrido de mi vida sexual, yo diría que es más bien al contrario: solo quiero más, y más, y más..., pero la vida se interpone en mi camino. Y últimamente, cuando tenemos un respiro, se me antoja tan apresurado que hasta me decepciona. Siento que estoy pidiendo demasiado, así que he decidido callarme; voy pasando poco a poco al estado de hibernación física.

Justo cuando decido que esto no puede ser y empiezo a idear un asalto sexual a mi esposo cuando regrese del instituto, oigo sus llaves y le siento entrar por la puerta. Arrastra pasos lentos cuando sube las escaleras, está cansado. Le oigo toser y sonarse la nariz escandalosamente y el morbo que empezaba a despertar entierra la cabeza poco a poco.

Entra y me da un beso.

- Me encuentro fatal - murmura lastimero, con voz nasal.- Me voy a la cama.


Pues nada...

sábado, 25 de febrero de 2023

ohne Bruder?

Mi pandemia tiene un nombre de tres letras. Por cruel que pueda parecer, pienso en los meses de primavera y verano de 2020 con nostalgia de ese encierro forzoso y cuanto más deformo los recuerdos de tanto visitarlos más ganas tengo de llorar y de revivirlo todo una vez más.

Mi pandemia no tiene intrusas y nada me faltaba o me sobraba entonces. Se hace tangible en la memoria y en la banda sonora. Incluso en los sabores de entonces.

Mi cuarentena fue feliz y felices fueron también los meses posteriores de paseos de ida y vuelta al gimnasio, de trote conjunto, de Coronas frías regando en el porche y de juegos bajo una mantita de retales, una y otra vez.

En esta tristeza que parece llenarlo todo encuentro confirmación de que aún me importa lo que sea de nosotros. Por encima del enfado, de la incertidumbre y de la frustración.

martes, 14 de febrero de 2023

Cuando la soledad es más liviana.

    En determinadas fases de la enfermedad de mi madre siempre llega un punto en que "muda" la piel. Es un proceso largo, lento y doloroso que culmina con la caída de los últimos pellejos resecos en zonas como las palmas de las manos, dejando a su paso una piel extraordinariamente fina, rosada e indescriptiblemente suave. Sensible y delicada. Me recuerda a esa extraña enfermedad, la de la piel de mariposa, pero sin lesiones.

Supongo que es un ejemplo muy gráfico de cómo me siento ante esta primavera incipiente. No quiero hablar demasiado alto, todo me da un poco de miedo, pero a la vez quiero exhibir y probar mi nueva piel. Es sensible, pero al menos ya no duele tanto. Quiero luz y quiero vida.

Es hora de cambiar

miércoles, 8 de febrero de 2023

Erstickungserscheinungen

     Mármol y madera, madera y mármol. Blanco. Estuco. Los olores de siempre. Los mismos ángulos. Qué cosa tan extraña y tan conocida; es mi casa, pero ya no lo es. Hay cosas distintas allá donde mire, el rastro de migajas de una intrusa que me hace sentir fuera de lugar a mí. Escucho el frío húmero del silencio desde arriba, haciéndose eco a sí mismo. Hacía mucho que no me sentía bien aquí, pero hoy me da la paz que necesito.

Tampoco quiero volver a casa; mi marido está de mal humor. Yo también. Hay muchas cosas por hacer y yo no quiero hacer ninguna. Hacía mucho que no deseaba estar sola tanto como lo deseo hoy, ahora. Las lágrimas burbujean y el enfado quema dentro de mí. Con miedo, con incertidumbre. Por mucho que empuje, no avanzo con la vida.

Ahora las ideaciones suicidas se han vuelto tan comunes que ya no me asustan como solían. Aferro el volante con nudillos blancos y gesto crispado y pienso que en medio segundo podría virar bruscamente y terminar con todo; y aunque fantaseo con ello, temo fracasar y quedarme tullida. No tengo agallas y eso me molesta.

Me invade la nostalgia, quiero escaparme y ver el mar. Podría no tomar la salida 14 y continuar por la A-49 hasta el final..., quiero pasear por las playas desiertas de Isla Canela, ese sitio que es hogar siempre que no me tocan las narices. Echo de menos que el rugido de la marea ahogue el silencio molesto que me zumba en los oídos, y que así no tenga que despegar los labios. Quiero salir corriendo yo sola; pero tan pronto como el pensamiento cruza los horizontes de mi conciencia me doy cuenta de que eso no es posible y me siento prisionera. Luego me digo que allí solo estoy en mi hogar cuando salgo de la casa y que volvería peor de lo que me fui.

lunes, 6 de febrero de 2023

Das Mädchen

     Vibrante electricidad la que tienen tus caricias, para cambiar la composición de mis propios átomos. En tus manos ya no soy quien era. En tus manos no existe el miedo.

En el suspiro que dejas contra mi piel erizada te llevas también a la niña que fui; he envejecido mucho desde que estoy contigo, pero no en ningún sentido negativo. Tus labios pegados suavemente a mi espalda, a mi cuello, a mis clavículas..., tus labios moldean mi cuerpo a su antojo. En tu capricho de poseerme me hago mujer, y bajo una atenta mirada llena de hambre se alza mi pecho, se hinchan los labios y se abre como una flor el seno de mi cuerpo esperando el fuego de tu abrazo

martes, 17 de enero de 2023

Bebita

Pienso en ti con un pellizco de nervios en el estómago.
Qué bonito es tener a alguien más a quien amar en la vida.

sábado, 14 de enero de 2023

Sehr gern

     Compruebo con placer que se me acumula la lectura. Tengo libros para más de un año, me siento como si hubiera conectado con mi yo de trece años, curiosa y entusiasmada por todas esas historias, esos estilos, las narrativas, las vidas que se ocultan en el papel, las palabras nuevas, el olor, la textura, los márgenes, las tipografías. Una gran yonki de los libros: así era; incapaz de parar para comer, dormir, ducharme o socializar. Siempre llevaba un libro en el bolso, he aprendido que puede surgir una oportunidad para leer cuando menos lo esperas.

Una oportunidad para escapar.

He hecho de los libros algo muy mío en la veintena. Algo que pensaba que era útil, pero que ya no siento que me lleve a ninguna parte. No voy a mejorar mucho más mi léxico, me noto pesada y lenta, pero no me importa. No me reporta más que placer. No seré más creativa, ni mejor narradora. No pasa nada, la literatura me corre por las venas pero la sangre no me llega al cerebro.

Mis necesidades expresivas nacen del desamparo de la vida moderna. No me importa desafiar otra nueva expectativa y decepcionaros una vez más a todos. Estoy en paz con mi capacidad de convertir algo beneficioso y productivo en una suerte de combustible que solo me sirve a mí, pero que no reporta nada que se pueda comercializar o vender. Solo hambre de más conocimiento estúpido que almacenar.

Leer no produce, o al menos no lo que yo leo. Ya no hay objetivos, metas o lapsos temporales. Ya no acabo con una historia en unas pocas horas, ni falta que hace; ahora las paladeo como nunca antes y me llegan al corazón como el primer día.

Parece que fue ayer cuando le pedí a mi hermana que me amontonara unos cuantos libros de la biblioteca porque yo quería ser como ella. Dicen que los niños aprenden por imitación y esa es la primera conducta que fui consciente de querer incorporar a mi vida. Historias cortas, ciencia ficción, realismo mágico, fantasía, romance, historia. Me abrí camino rápidamente y encontré mi ritmo, mi camino, mi criterio y construí un repertorio compuesto por el saludable equilibrio de las obras maestras y la literatura bajuna destinada a freírme gustosamente las neuronas.

Devorar libros es mi privilegio, mi placer, mi compañía; ya no necesito mercantilizar mi salvavidas, solo aferrarme a él.

lunes, 9 de enero de 2023

Zuerst.

     Tenía muchas emociones y aún más palabras acumuladas, pero se han marchando y me han dejado vacía. 

Así que de todo, de ayer, de hoy, del viernes, del último día del año..., me quedo con una sensación fugaz y lastimera de gratitud, pérdida, desamparo, enfado, cansancio y amor.


Mi propuesta para este año es leer mucho... y quererme.