lunes, 19 de septiembre de 2022

Rock your baby sis

     Un niño le canta a su hermana recién nacida, poniendo su pequeño pie bajo la rueda del carrito para mecerla. Dos niños jugando en una alfombra con diseño de entramado urbano. Dos niños jugando con Warhammer del Señor de los Anillos, pintándolos a mano mientras escuchan SoaD, siempre juntos. Dos niños jugando a la Playstation 1, 2, luego 3 y, por último, 4. Dos adolescentes en una habitación de estudio: el juega al ordenador, ella le lee. Dos jóvenes en la misma habitación, él le toca el piano, ella duerme.

Creo que una de las mejores cosas cuando te haces mayor junto a tus hermanos es disfrutar de cada uno de los planes según van cambiando. Una no lo espera mientras lo vive, pero un día se encuentra tomando un café con su hermana, o yendo a la ópera con su hermano y piensa, contenta, que es un gusto.

También piensa, en las veladas menos agradables, que nunca se verá sola o sin ellos. Cuando tres chiquillos asustados lloran cogidos de la mano, una no se espera que ese vínculo pueda verse amenazado jamás. Cuando tres adultos duermen apretados en el mismo sofá por no verse solos, la conexión parece de hierro, dura, fuerte e inmutable.

Pero hasta el hierro se puede oxidar y corromper. Una se toma un café en la terraza del piso de su hermana y se pregunta qué ha podido pasar para que su hermano no quiera verla ni hablarle. Una medita sobre lo que ha hecho mal. Piensa en sí misma, en la niña que fue, siempre persiguiendo a la persona a la que más admiraba y quería sobre la faz de la tierra. Ahora todo ese mito fundacional, ese origen de lo que ambos eran, se ha desplomado. Resulta que solo era humano y, como buen humano, se equivoca. Ella ya no puede admirarle como solía, pero sí que puede dolerle y añorarle.

Porque una parte de ella todavía es una niña y solo quiere que la acunen.

sábado, 17 de septiembre de 2022

The gathering

 Same people, same setting, eight years later. It's hot and the school grounds are boiling.

It's pretty easy from a few interactions that dynamics are pretty much the same as well. Even tho a lot of us are missing.

A couple of words here and there. What are you doing now? What did you study in the end?

Same sense of failure.

A Porsche was parked right on the gate.

viernes, 16 de septiembre de 2022

Mindfulness.

     Todos los psicólogos parecen tener una extraña obsesión por eso del mindfulness, la terapia de la mente consciente de sí misma y de su entorno y bla bla bla. Solo escuchar el término ya me da una pereza inconmensurable. Solo de pensar en tumbarme boca arriba, respirar rítmicamente y contraer y relajar los músculos..., ya empieza a picarme todo, desde la raíz del cabello. Siempre me han parecido chorradas de yoguilates wannabes, pero...

Pero resulta que no. Dos técnicas se suman a mi abanico de estrategias antiestrés: centrarme en el aquí y ahora (qué va bien, qué me gusta de este momento, qué cosas me causan bienestar) y trasladarme mentalmente a mi lugar feliz.

Así que ya sabes, es posible que no responda. Si me ves con la mirada perdida, probablemente es que estoy chapoteando en la piscina natural de Punta Mujeres, bajo el sol suave de principios de otoño, soñando quizá con el paisaje espinoso, negro y verde de Lanzarote y saboreando una patita de pulpo antes incluso de la hora de comer. Si me necesitas, allí estoy. Por qué no.

sábado, 10 de septiembre de 2022

Ca-ca de cambios.

 La vida parece bullir dentro de mí, pero también lo hace el miedo. Como soy una mujer segura de mí misma, no estoy acostumbrada a renegar de mis decisiones; pero me asustan las expectativas. ¿Dónde estaré dentro de 5 años? ¿a quién decepcionaré si no cumplo con lo que esperan de mí?

La respuesta está tan clara que no sé cómo decirla en voz alta.

Se avecinan cambios. Lo sé porque me siento incómoda conmigo misma por primera vez en un año. Con ganas de que cambien las cosas. Con iniciativa y voluntad. Buscando, mirando, obviando la inercia de seguir el camino establecido. Pero aún no sé qué quiero hacer y me asusta que cambiar de rumbo signifique que voy a tirar por la borda todo el trabajo de los últimos siete años de mi vida.

Por otro lado, el mes de agosto ha supuesto un terrible salto atrás en mi proceso de recuperación. No pasa nada, nadie dijo que fuera fácil... o lineal. Ahora me esperan varios meses muy complicados: tiempos de asumir toda la carga. La mía, la suya y la ajena. Va a ser muy duro, pero necesito demostrar que soy capaz de hacerlo. Necesito sentirme fuerte, firme, segura, fiable y fuente de apoyo. Necesito sentirme necesitada, más que protegida.

Ha llegado la hora de volver a ser adulta.

¿Soy lo suficientemente valiente?