Cuando te rompen el corazón, el primer golpe es solo uno de los que te esperan durante algún tiempo. Algunos te los darán otras personas, otros te los darás tú misma.
En el momento en que el amor vacila sin razones o detonantes, comienza un proceso de ruptura con una misma; porque tienes las mismas manos, la misma risa, y tu mirada busca la suya igual que antes, pero entonces él ya no quiere nada de eso.
Es inevitable empeñarse en buscar razones para el desgaste del amor, e inevitablemente piensas que tiene que ser algo que no se ve..., es fácil empezar a renegar de una misma y quedarte paralizada con tus uñas, tus dientes, tus ojos, tu rabia, tu pena, tu miedo y tu vergüenza.
Pero luego te prometo que las ganas de estar bien regresan, y te esfuerzas por sonreír e ilusionarte hasta que te das cuenta de que ya no cuesta ningún trabajo. Vuelven a ti los abrazos y las sonrisas, y te alegrarás de haber roto con una parte de ti que pensaba que lo normal era no quererte porque él no te quería, y aprenderás a perdonarte, aunque al principio sea duro.